Y la mayoría se sorprende o se entristece.
Y yo solo puedo aliviarme.
Y no sé de dónde proviene ese alivio.
No sé si es el resultado de haber encontrado unas etiquetas que puedan definirme como realmente soy, y no como los demás me ven. Y lo sé, encasillarse, etiquetarse es malo, pero ¿y qué? En ciertos momentos de la vida se necesita una barra de seguridad, unas miguitas de pan para no perderse, un par de etiquetas para no olvidar quien realmente eres y no confundirse con la máscara que llevamos puesta.
No sé si el resultado es una especie de orgullo camuflado. Orgullo por haber plasmado tan bien el monstruo que llevo dentro en ese test. O el orgullo de un asesino cuando lo reconocen como asesino.
O simplemente es alivio porque al fin puedo entender a dicho monstruo del todo.
Lo único que sé es que ya comprendo porqué tengo el corazón de hielo, porqué siempre he tenido la necesidad de esconderme, porqué siempre he tenido periodos de no querer hablar ni ver a nadie. Toda la gente que he perdido por esos periodos, por no poder explicar porqué los necesitaba, todo el dolor que me he autoinflingido intentando ignorarlos, ignorándome a mí misma, ahora tiene sentido. Ya no se puede remediar, pero ahora tiene sentido.
Y ahora solo puedo aliviarme. Aunque quizá ese alivio es solo una vía rápida de escape, un señuelo para no fijarme en el dolor de la ignorancia pasada y de la imposibilidad de cambiarla. Y si es un señuelo, ¿qué clase de monstruo sería si no cayera en él, si no utilizara la vía rápida e ignorara el camino arduo y difícil de los héroes?
el monstruo, y fanática de Kuroshitsuji. |