Van pasando los días, y esa desconocida va haciéndose un sitio en tu corazón. Pasa de una desconocida a una compañera. De una compañera a una amiga. De una amiga a una parte de ti. El tiempo pasa, y vas confiando en ella, sabiendo que no te va a traicionar. Y al contrario que los demás, ella no te abandona.
Te quedas muy sorprendida al ver como han cambiado las circunstancias, pero te alegras de que haya sucedido.
Pasa cada vez más y más tiempo, cada una escoge su camino y labra su futuro. Casi no tenéis tiempo de veros, pero eso no importa; tu vas al álbum de fotos, abres la tapa y te sumerges en un mar de recuerdos a su lado. Recuerdas cada foto, cada risa, cada pillada de la cámara, cada caída, cada llanto... Coges el móvil y le escribes un ''te echo de menos''. Pensando que tardará siglos en leerlo y que quizás ya ni sepa de quien es. Pero te sorprendes al ver que a los pocos segundos te llega su respuesta diciendo: yo también, recuerda que siempre me importarás.
Y es entonces cuando no puedes evitar ponerte a llorar. Después de todo, hay muchos tipos de amistad y aun así te consideras afortunada al comprobar que existe una amistad que el tiempo no desgasta y que la distancia no perjudica. Te alegra comprender que aquella desconocida/compañera/amiga le sigues importando, como lo hizo desde siempre y para siempre.
Por estar a mi lado.
Por darte cuenta de que no estaba bien.
Gracias.
TE QUIERO
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